3. Gestión Comunitaria
3. Gestión Comunitaria
El "Manual de Gestión Comunitaria para la prevención policial" establece las directrices para la Policía Nacional de Colombia, buscando fortalecer su relación con la sociedad mediante la prevención de comportamientos contrarios a la convivencia y los delitos. Desarrollado con el apoyo de USAID y FUPAD, define la gestión comunitaria como un servicio que fomenta la participación cívica y la corresponsabilidad comunitaria. Propone una metodología de tres fases –preparación, planeación y acción participativa, y evaluación, reconocimiento y sostenibilidad– para identificar y abordar factores de riesgo y fortalecer protectores. El manual también detalla el papel de la Policía Comunitaria y la importancia de un enfoque diferencial que incluya a mujeres, población LGBTIQ+, jóvenes y grupos étnicos, promoviendo el diálogo y la construcción de valor público. Su objetivo es crear comunidades resilientes y empoderadas, contribuyendo a la convivencia y seguridad ciudadana.
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Recurso de aprendizaje
La Gestión Comunitaria para la prevención policial, busca conceptualizar, determinar y regular las disposiciones generales de la gestión comunitaria policial. Su objetivo principal es la prevención de comportamientos contrarios a la convivencia y los delitos, a través de una metodología específica, la oferta de participación cívica, la articulación de capacidades y la coordinación con entidades territoriales públicas y privadas. El manual está dirigido a oficiales, suboficiales, nivel ejecutivo y patrulleros de policía que realizan trabajo comunitario.
Conceptos Clave: El manual dedica un capítulo a definir conceptos esenciales. Entre ellos se destacan:
Comunidad: Se entiende como un grupo de personas que comparten un territorio geográfico, cultura, intereses, necesidades, objetivos y un sentido de identidad colectiva.
Gestión Comunitaria: Definida como un servicio integrado en la modalidad de prevención y control policial, que busca prevenir comportamientos contrarios a la convivencia y delitos. Se basa en la participación cívica, la articulación de capacidades y la coordinación con entidades públicas y privadas. Fomenta el empoderamiento de la comunidad desde la corresponsabilidad para identificar, comprender e intervenir factores de riesgo y fortalecer factores protectores.
Prevención Policial: Intervención temprana o anticipada de las causas o factores de riesgo que inciden en las categorías de convivencia (seguridad, tranquilidad, ambiente y salud pública), promoviendo factores protectores según las particularidades del territorio y las poblaciones.
Capital Social: La configuración de vínculos sociales e institucionales que favorecen la cohesión y la reproducción de la vida social.
Valor Público: La valoración creada por el Estado a través de la calidad de los servicios que presta a la ciudadanía, las regulaciones y las políticas públicas que buscan satisfacer las necesidades de la población, generado en escenarios de transparencia y rendición de cuentas.
Enfoque Diferencial: Reconoce las diferencias culturales, étnicas, etarias, sexuales, identitarias y territoriales para eliminar la discriminación y cerrar brechas, brindando un servicio inclusivo.
Determinantes y Objetivos de la Gestión Comunitaria: Se fundamenta en la proximidad (generación de capital social), el carácter participativo (vinculación activa de la comunidad), la complementariedad (integración con otras modalidades policiales y entidades) y la sostenibilidad (instalación de capacidades en la comunidad). Sus objetivos incluyen identificar y comprender los problemas recurrentes, diseñar respuestas adecuadas, establecer mecanismos de articulación y evaluar las estrategias implementadas.
Metodología para el Desarrollo de la Gestión Comunitaria: El manual propone una metodología estructurada en tres fases y nueve pasos:
1. Fase de Preparación de la Intervención: Relacionada con la comprensión del territorio, implica el reconocimiento de la zona de atención policial y microterritorio, la identificación de factores de riesgo (sociales y estructurales), y la vinculación de factores protectores (actores estratégicos). Herramientas como la cartografía social (mapas participativos, recorridos comunitarios, fotovoz, entrevistas y encuestas) son fundamentales en esta fase para el diagnóstico y la comprensión contextual.
2. Fase de Planeación y Acción Participativa: Se enfoca en la construcción conjunta de un plan de trabajo interinstitucional con la comunidad, alineado a los planes de seguridad y convivencia municipales. Es crucial la aplicación de la Estrategia de Género e Inclusión Social (GESI) para garantizar la participación de todos los grupos poblacionales.
3. Fase de Evaluación, Reconocimiento y Sostenibilidad: Implica la evaluación sistemática de las intervenciones basada en evidencia. Se utilizan criterios de pertinencia, eficacia, eficiencia e impacto, con diversos tipos de evaluación (proceso, resultados, impacto; diagnóstica, final; externa, interna, participativa; cuantitativa, cualitativa). El reconocimiento comunitario de los aportes fortalece el capital social y el liderazgo, mientras que la sostenibilidad busca que los impactos perduren en el tiempo (institucional, financiera, sociocultural y técnica).
Participación Cívica de la Policía Nacional: Es un conjunto de programas y actividades que articulan a la Policía con la ciudadanía y otros actores para construir condiciones favorables de convivencia y seguridad. Sus objetivos son promover el diálogo, mejorar la convivencia, fortalecer el sentido de pertenencia, desarrollar habilidades para resolver problemas, fomentar el enfoque diferencial y la corresponsabilidad. Se estructura en ocho líneas: Redes de apoyo, Espacios pedagógicos, Cívica, Programas escolarizados, Programas específicos, Jornadas de prevención, Zonas seguras y Encuentros comunitarios.
Policía Comunitaria: Se describe como una capacidad técnica del servicio policial, orientada a la "proximidad" o "de barrio", que conoce su territorio y tiene alta interacción con sus habitantes. Su despliegue se basa en la metodología de gestión comunitaria. Se caracteriza por su proximidad, continuidad, coordinación interinstitucional, flexibilidad y su esencia preventiva. Los policías comunitarios deben tener un perfil específico en educación, capacitación y competencias como investigación social, orientación al servicio, liderazgo, solución de conflictos e inteligencia social y emocional.
Estrategia de Género e Inclusión Social (GESI): El manual dedica un título a esta estrategia, que busca la inclusión de grupos históricamente invisibilizados como mujeres, población LGBTIQ+, jóvenes, personas con discapacidad y grupos étnicos. Reconoce que Colombia es un país pluriétnico y multicultural y establece parámetros para la gestión comunitaria con poblaciones étnicas, destacando el respeto a sus cosmovisiones, formas de organización, jurisdicciones propias y la necesidad de una construcción conjunta del diagnóstico y las soluciones, utilizando un lenguaje claro y preciso, y reconociendo los tiempos y ritmos propios de estas comunidades.
En esencia, el manual es como un mapa de ruta para construir puentes entre la Policía Nacional y las comunidades. En lugar de que la policía sea solo un "apaga fuegos" que reacciona a los problemas, este manual la convierte en una "arquitecta" que trabaja mano a mano con la gente para prevenir que los problemas surjan o para resolverlos desde sus raíces, fomentando que la comunidad sea la protagonista de su propia seguridad y bienestar.